Adjunto a la presente la carta que he enviado en el día de la fecha al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, presidente Lacalle Pou en referencia a la licitación para la adquisición de los OPV para la Armada. Agradecería la difusión de la misma en el prestigioso medio de comunicación que Ud. dirige.

 

Buenos Aires, 9 de febrero, 2022

Señor comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Uruguay

Presidente Luis Lacalle Pou

 

Re: Adquisición de dos Patrulleras Oceánicas (OPV) Es un gran honor dirigirme a Usted, en relación a su decisión de dotar a la armada uruguaya de estos buques patrulleros.

Desde la otra costa del Río de la Plata, observo con admiración su determinación de avanzar por un transparente proceso licitatorio internacional, evitando la tentación de la Compra Directa demasiadas veces utilizada en estos casos.

De hecho, hace pocos años, en nuestro país, ante la decisión de compra de las OPV, se optó por el camino opuesto a la transparencia. En forma ilegal y altamente inconveniente para los intereses nacionales, funcionarios civiles y militares argentinos forzaron la oscura compra directa de una flotilla de OPV en el exterior. Usted sabrá que, en esa época, tras una serie de inspecciones, la Armada de Uruguay rechazó de plano el mismo OPV que la armada argentina sorprendentemente abrazó como “ideal”. También lo habían descartado todas las armadas del mundo a las que se les ofreció, incluida la armada del mismo país constructor, debido a su mala performance y costo inconveniente.

Respetuosamente me permito, sin embargo, sugerirle una revisión a la mencionada licitación. Sería muy bueno que Uruguay aproveche esta importante inversión para obtener, al final del proceso, mucho más que “solamente dos patrulleras”. Y no es que no sea importante contar con las mismas, sino que, con prácticamente el mismo esfuerzo financiero del pueblo uruguayo se puede además obtener algo aún mas valioso e inclusivo: el desarrollo de una industria naval moderna.

En concreto, le propongo que la licitación internacional exija que la construcción de los OPV se realice parcialmente en Uruguay. Otra opción –menos efectiva– sería otorgarle un importante puntaje adicional al oferente que proponga la mayor participación nacional, generando empleo y desarrollo.

Desde esta costa rioplatense, hace pocos años vimos con admiración (y bastante envidia) la decisión gubernamental de la construcción en Uruguay de la Draga D11 21 de Julio, que, a pesar de las críticas previas, resultó en un gran éxito y la mejor demostración de la creciente capacidad de la industria naval uruguaya.

Los OPV no son buques de guerra. Son los más sencillos buques militares y por ello están en el límite más próximo a la obligación del 20% de contenido nacional. Esto no debería impedir el cumplimiento de otra obligación superior que es la de hacer lo mejor para los uruguayos.

Señor presidente, aún está a tiempo de dar un paso extra y apartar a Uruguay del conjunto de países subdesarrollados que, por falta de confianza en sí mismos o por malas políticas, compran afuera los barcos que podrían construir ellos mismos. Aún está a tiempo de insertar a Uruguay en el otro grupo, de países líderes regionales que como Chile, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador aprovechan estas inversiones para lograr mucho más que “solamente dos patrulleras”.

Para finalizar, le acerco un humilde consejo: Descrea de las voces que le dicen que los OPV no pueden hacerse en Uruguay. No son más difíciles que la espléndida draga ya construida en su tierra y que es orgullo de los uruguayos. Descrea de los que “van a menos” y confíe en la capacidad de su gente como lo viene demostrando en su gestión.

Si puedo serle de ayuda, cuente conmigo.

Me despido con admiración y esperanza.

 

Raúl E. Podetti

Ingeniero Naval / Pas. Arg.11.988.801 / podettiraul@gmail.com

 

Nota disponible en: https://www.busqueda.com.uy/Secciones/Adquisicion-de-Patrulleras-Oceanicas-uc51278

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